En cualquier caso, la compañía dejó de funcionar en 1875 después de que la Corporación de Cork rechazase el permiso para ampliar la línea. La propuesta para desarrollar un tranvía a caballo (enlazando con el término de la línea ferroviaria) fue hecha por el estadounidense George Francis Train, en 1860. Estas ideas se pusieron en práctica en 1872 por la Compañía de Tranvía de Cork.